martes, 9 de noviembre de 2010

Premio Herralde y Goncourt

Ungar gana el Premio Herralde de Novela 2010

Antonio Ungar es el primer escritor colombiano en ganar este galardón.

Dotado con 18.000 euros y convocado por Anagrama, el premio fue este año para Tres ataúdes blancos, un thriller bizarro en el que un "tipo que se relaciona con el mundo mediante su ordenador, por error acaba suplantando a un político", dijo ayer el autor.

Esta sátira a la política en Latinoamérica está llena de humor negro, algo "muy colombiano": "Si hay una masacre, por la tarde ya hay chistes sobre ella", explicó Ungar.

Houellebecq se hace con el Goncourt

El enfant terrible  de las letras francesas, Michel Houellebecq, por fin tiene el Goncourt en su palmarés. Después de haberse quedado dos veces a las puertas de recibir el premio literario más prestigioso de Francia, el escritor ha ganado gracias a su último libre, La carte et le territoire, un éxito de crítica y ventas en el que el autor muestra su lado más juicioso. La historia de un artista -que bien podría ser él mismo- que planifica su asesinato.

Fuente: ADN

martes, 2 de noviembre de 2010

Soporte genérico

El Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya ha decidit de donar un nou impuls a l'anterior suport genèric de l'edició. La consellera, Caterina Mieras, va presentar dimarts les noves ajudes institucionals al món de l'edició, que augmentaran dels dos milions d'euros de 2004 als 3,2 milions de 2005. Tot i l'increment, del 59%, el més important és el canvi conceptual. Mentre que amb el dit suport genèric l'administració comprava llibres per a les biblioteques que molt sovint no interessaven i acabaven desats en un magatzem, ara seran les mateixes bibioteques i els editors que gestionaran les ajudes. Els més de tres milions d'euros es dividiran en dues partides. La primera, de 2,7 milions, la gestionarà una comissió formada per editors i representants de l'administració, que s'encarregaran de comprar llibres amb una reducció màxima del 15% (i no pas del 50% com passava ara). La segona, la gestionarà l'Institut Català d'Indústries Culturals, i anirà a parar directament a les editorials. En aquest sentit, tots els llibres editats en català tindran alguna mena d'ajut, excepte els èxits editorials, o el que és el mateix, les tirades que superin els 3.500 exemplars. Els objectius d'aquest nou suport a l'edició és que hi hagi més llibres en català a les biblioteques, que les possibilitats del llibre en català siguin iguals que les del llibre en espanyol, i que augmenti la lectura i la distribució.
Durant la presentació, Mieras va dir que a cinc magatzems del Principat hi ha aproximadament 208.000 llibres arraconats, comprats amb l'antic suport genèric i que no van interessar les biblioteques. Hom estima que només uns 25.000 es podran redistribuir. La resta, totalment obsolets, es convertiran en pasta de paper.

Fuente: Vilaweb

Jaume Vallcorba, editor, en una entrevista publicada en El País el 14 de mayo de 2010.

[...] Se vanagloria de editar sin subvenciones.
La edición catalana está enferma, con fiebre, por eso. Siempre ha oscilado entre el funcionamiento normal y el protegido. Por ejemplo, la mayoría de los autores que han dejado Quaderns Crema han sido por premios literarios, que siguen con ayudas más o menos públicas y que son utilizados por otras editoriales como arma; ¡Monzó llegó a tener un cheque en blanco delante! Hace 40 años servían para dar visibilidad a un autor; hoy la dan al catálogo.
¿El soporte genérico que concede la Generalitat es malo?
Ha hecho daño: ha permitido la publicación de cientos de autores que no lo merecían; las instituciones se han preocupado más por los números que por construir lectores: en los ochenta vendía en catalán más que ahora y eso es porque ha habido un público que ha desertado al sentirse engañado con lo que se le ha dado.
Sus detractores creen que al crear su sello en castellano, Acantilado, ha descuidado el catalán.
No, lo que ocurre es que Acantilado ha tenido una visibilidad muy grande en 10 años. Ahí hay dos cosas: que no me llegan en catalán tantos originales nuevos buenos como antes y que es difícil promocionar hoy a un nuevo autor, tipo Pere Guixà o Francesc Serés. Por otro lado, el fondo en catalán se mueve mucho menos que el castellano y eso hace inviable ciertas traducciones.
¿Cómo se explica?
Es un tema ambiental. Hay poca memoria sobre las cosas de Cataluña, como si todo fuera simbólico; los mandatarios, políticos y sociales, no se toman Cataluña en serio. La catalana es una cultura que se reinicia cada lunes. La ambición de un Pijoan, un Carner, un D’Ors… ¿dónde están esas ambiciones hoy?
La literatura en catalán parece vender, hay más editoriales…
Un libro en catalán vende bien si va parejo a la edición castellana; la cultura catalana está más supeditada a la castellana de lo que algunos piensan y querrían.
El Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura han reconocido ya su labor, no así la Generalitat…
Los premios ni se piden ni se llevan encima. Sí, es así… y eso que me gustaría pensar que he aportado algo a la cultura catalana; todo lo que he hecho y pensado siempre ha sido en esa idea, la de construir mi país. Cataluña será lo que habremos construido.